Luna, que con tu luz iluminas todo desde las profundidades del cielo y vagas por la superficie de la tierra bañando con tu mirada el hogar de los hombres. ¡Luna, detente un momento y dime dónde se encuentra mi amor! Dile, luna plateada, que es mi brazo quien lo estrecha, para que se acuerde de mà al menos un instante. ¡Búscalo por el vasto mundo y dile, dile que lo espero aquÃ! Y si soy yo con quien su alma sueña que este pensamiento lo despierte. ¡Luna, no te vayas, no te vayas!